Cualquier persona que haya sido expuesta a un maltrato, tanto físico como psicológico, puede albergar en sí misma la duda si en verdad fue ella la causante y merecedora de todo eso. Por supuesto que, desde un punto de vista racional y coherente, no es así. Pero la mayoría de los que han pasado por esto terminan creyéndolo de ese modo.
Caer en la culpabilidad es como encallar en un rocoso arrecife plagado de "por qués" en el que la respuesta siempre es la misma: yo. Es así que el objetivo del que causó el mal queda alcanzado a la perfección, que es trasladar toda su desdicha y su falta de autoestima a su víctima, dejándola herida de gravedad para que difícilmente vuelva a levantar cabeza.
Cada vez está más cerca la publicación de mi segundo libro. Una novela que causará sensación en el lector y que contará la historia de un maltrato psicológico a una mujer que sin duda se verá obligada a buscar su fortaleza personal para salir del agujero sentimental y emocional al que se había encaminado por creer lo que le hicieron creer.
¿Y tú, caerás en la tentación de absorber y creer todo lo que dicen de tí, o serás capaz de asumir el reto de fortalecer tu mente y liberarte de esas falsas ataduras?
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